En estas cinco semanas de práctica y una de observación, asistí a un Centro de Atención Múltiple (CAM 16), trabajé con 1ro, 2do y 3ro de nivel secundaria. La población que atendí fue cinco niños de un rango de edades entre 13 y 30 años, una niña con Síndrome de Down de 15 años y un niño con Trastorno del Espectro Autista de 12 años. Y en las dos últimas semanas de prácticas un familiar de la maestra enfrente de grupo se unió al salón, una niña de 8 años sin ningún trastornos, síndrome ni discapacidad.
En estas cinco semanas estuvimos trabajando en favorecer las habilidades adaptativas y en la autonomía de los alumnos en cada actividad aplicada así como favorocer el trabajo colaborativo
En las últimas dos semanas de práctica fue lo más significativo porque pusimos a prueba varias habilidades que previamente se habían trabajado en días anteriores.
Hicimos un proyecto de venta de aguas, para lograr esto; estuvimos trabajando con los números, conteo, lógica matemática y reconocimiento de monedas . También trabajamos en la limpieza del lugar de trabajo y el espacio personal, en la higiene personal y en la importancia de lavarse las manos. Trabajamos en la elaboración de comidas y bebidas, cada jueves era día de cocina, cosas sencillas para que ellos puedan retener esa información y ponerla a prueba en su vida autónoma. Trabajamos en la importancia de usar los modales y las palabras correctas para dirigirse a otra persona, así como los valores y principios.
Justamente al trabajo y los resultados que se fueron obteniendo de poco a poco, pudimos llevar a cabo en la última semana de prácticas la "venta de aguas". Este proyecto resultó bastante exitoso, se hicieron simulaciones previas para el día de la venta y así los niños tuvieran en claro cuál seria su responsabilidad.
El mero día cada niño sabía exactamente los ingredientes y los utensilios se necesitaban para cada agua, ellos sólitos fueron e,aborando poco a poco siguiendo instrucciones previas, se acomodo el puesto afuera del salón y los niños fueron a invitar a toda la escuela a comprar. A la hora del receso inicio la venta, todos los niños ya tenían en mente cuáles eran su responsabilidades, quien iba a servir el agua, quien iba a cobrar, quien iba a pasar los vasos, quien atendía al cliente, etc. Y si alguno tenía una dificultad se le apoyaba sin ningún problema.
La venta estuvo muy bien, los niños obtuvieron un buen dinero que después aprovecharon para hacer un convivió para celebrar los cumpleaños del mes.
Los maestros nos felicitaron por el avance que vieron en los niños, de lo beneficioso que fueron las actividades y el trabajo día a día para lograr estos resultados. Pero al final todo fue gracias a los niños y a su esfuerzo y empeño por aprender y por confiar en nosotras como docentes en formación.
Estas experiencias me han ayudado mucho a complementar mucho más mi formación docente, me ayudan a reflexionar sobre las actividades y estrategias que implemente, cuales me funcionaron o cuales debo ajustar. Identificar las competencias profesionales que necesito desarrollar y reflexionar en mitacto pedagógico.
Ciertamente hay muchas cosas que la práctica te da como herramientas para identificar y cambiar la forma del docente que aspiras a ser.
